Comisionado Nacional de los Derechos Humanos
Estado General de los Derechos Humanos en Honduras
Pueblos Indígenas y Afrodescendientes
En
los últimos años se observa que por medio de las organizaciones
indígenas y afrodescendientes han logrado avances en cuanto a proyectos,
convenios y una serie de apoyos, lo que significa una oportunidad para
establecer el equilibrio que permita, por un lado mantener la cultura y
por el otro crear y desarrollar sus capacidades a fin de lograr su
integración a la economía nacional, pero aún se requieren mayores esfuerzos
para promover de manera integral su desarrollo humano.
En ese contexto, su situación está cambiando gradualmente en una
dirección que crea condiciones para que estas poblaciones étnicas puedan
ser consideradas como parte de una sociedad que hasta recientemente
está reconociendo la composición multiétnica y pluricultural, tanto en
sus orígenes como en la composición del tejido social que caracteriza a
la población nacional.
El cambio generado ha sido el resultado de un proceso dinámico que han
provocado los mismos indígenas a través de movilizaciones denominadas “peregrinaciones”,
mediante las cuales, han ganado espacios políticos utilizados para
reclamar sus derechos y el reconocimiento a sus culturas y valores
ancestrales.
En el contexto actual, el común denominador del problema de salud en los
pueblos indígenas y afrodescendientes es la deficiencia y en muchos
casos, la ausencia de servicios de salud comunitaria. Como consecuencia
directa de esta situación, es muy común ver con frecuencia que
enfermedades controlables como: diarrea, tuberculosis, la malaria, el
dengue y otras más cobran cualquier cantidad de vidas de muchos hombres,
mujeres y niños indígenas y afrodescendientes. La debida atención
a los partos, limitada, y la desnutrición infantil son de los muchos
problemas que afectan a las poblaciones indígenas y afrodescendientes, lo
que se traduce en una alta mortalidad y morbilidad materna e infantil.
Los pueblos indígenas y afrodescendientes han permanecido “en un
estado social y político de invisibilidad” como consecuencia de los
diversos estereotipos sociales construidos que permiten su
discriminación, debido a que sus tradiciones y costumbres son diferentes.
En estas condiciones es difícil que dichos grupos vulnerables reclamen
sus orígenes, sino más bien tratan de ocultarlos para tratar de
beneficiarse de las mismas oportunidades que la sociedad ofrece a la
población ladina.
La población indígena se relega siempre a los territorios más alejados,
lo que se traduce en falta de atención de los diversos servicios de
salud, educación y servicios básicos.
Muchas
poblaciones indígenas y afrodescendientes tienen títulos de propiedad de
su territorio, pero parte importante de ellas está invadida. El
Instituto Nacional Agrario (INA), que debería realizar la
remedida y reconocimiento de linderos, no lo hace, con lo cual todo
queda en la incertidumbre y es causa innecesaria de conflictos internos.
En el mes de julio de 2010, se realizó el Primer Encuentro
Intercultural “Indígenas por la Salud Reproductiva, Género y Desarrollo”
en donde los representantes plantearon que uno de los principales retos
es lograr la participación activa de los sectores históricamente
excluidos. Expresando su preocupación por la falta de políticas públicas
con participación directa y vigencia de legislación que no concuerda con
la normativa internacional alcanzada, la falta de acciones urgentes para
el empoderamiento político y económico de los pueblos indígenas y la
falta de apoyo a su derecho a la salud sexual y reproductiva bajo
enfoque intercultural.
En el caso del VIH, uno de los grupos poblacionales más afectado es el de
los afrodescendientes, en sus comunidades garífunas.